Visitas al blog:

lunes, 27 de agosto de 2012

Se nos olvidaba valorar el barco...

En efecto, al principio del viaje decíamos que al terminarlo os diríamos si un barco como el Tonic 23 es adecuado para un viaje de este tipo. La conclusión es sin duda que SI, pero aquí van algunos detalles:

A favor de un barco pequeño:

  • Plazas de puerto: siempre hay. Los barcos grandes, en los sitios muy concurridos, a menudo no encuentran amarre libre.
  •  Economía, tanto en el consumo de combustible como en las marinas, que cobran por eslora.
  • Facilidad para que te dejen amarrar provisionalmente en cualquier sitio para hacer unos recados en tierra, aunque no vayas a quedarte a pernoctar. No tener zodiac incluso lo facilita: ¡cómo van a decirte que no te amarres en un rincón para ir a por víveres o combustible!.
  • Acceso a sitios imposibles. Un barco pequeño, y sobre todo de orza abatible, llega a sitios inverosímiles. Hemos estado en calas y esquinas de puertos donde se tocaba el fondo con el bichero, y en puertos que en bajamar casi se secan. El mismo Canal de Midi, que en teoría está dragado a 1,5 metros, lo está en la mitad del canal, pero en las orillas a menudo hay 30-40 cm de agua. Un barco grande no podría haber amarrado en los sitios paradisíacos del canal donde hemos estado nosotros.
  • Posibilidad de, en caso de incidente grave, regresar por carretera. Era nuestro "Plan B" si hubiéramos tenido un problema técnico grave, un accidente, o un problema legal con los permisos del Canal de Midi: subir el barco en un camión o en un remolque y traerlo a casa por carretera.
  • Motor fueraborda: aunque el Selva, que estaba recién estrenado, no ha fallado, las reparaciones de un fueraborda son más sencillas, se puede trasladar al taller de cualquier pueblo cercano, y en el peor de los casos es fácil de sustituir.
  • Facilidad en el mantenimiento: la navegación a vela exige ser autosuficiente y conocer bien tu barco. En 3 meses hemos hecho 40 "chapuzas" o bricolajes en las velas, el motor, la jarcia o el casco. En un barco grande se multiplican los problemas electrónicos, y las reparaciones mecánicas y de la jarcia se complican por las enormes proporciones de los elementos que hay que reparar y las fuerzas que aguantan.
Pequeños inconvenientes:

  • Menos comodidades. La vida en un barco pequeño es como en una tienda de campaña, se resienten las comodidades y la intimidad. Hay que resignarse a ducharse en la bañera o bañarse en el mar,  a la estrechez de la cabina, la limitación del espacio de estiba, etc. A pesar de ello, y tal vez porque nos conocemos de antiguo, hemos estado casi la mitad del viaje 4 ó 3 personas a bordo sin problemas.
  • Afrontar la meteorología adversa. Lógicamente las grandes olas o los fuertes vientos se llevan peor. Pero se compensa con una buena planificación y evitando los días peores. Ello exige un viaje sin prisas y una información meteorológica precisa. 
  • En el caso del Tonic 23, ya conocíamos su tendencia a derivar hacia babor en marcha atrás, debido a la posición lateral del fueraborda. Nos ha dado problemillas en el Canal de Midi cuando una esclusa estaba ocupada y había que mantenerse parado en el sitio mientras se desocupaba, dando la popa a la corriente del canal.
Mi conclusión es que tengo Tonic 23 para rato.

Saludos.

13 comentarios:

  1. Pues mi mas sincera enhorabuena por haber concluido este reto. A mi personalmente me da un gusto especial, tengo desde hace un año un Tonic y este verano hemos podido realizar nuestra ilusión de la primera travesía, asi que como os digo estamos pletóricos.

    Un saludo, desde Cádiz.

    PD: por lo que respecta a vuestra estancia en mi provincia, siento que sea donde estan los puntos negros, pero incompetentes hay en todos sitios.

    ResponderEliminar
  2. Pues a mi ya sabéis que el Tonic me tiene enamorado, y en cuanto me den el amarre de 7 m me iré de compras...la duda que tengo es si quillado o con orza lastrada...Ahora tengo un Somo 20 con orza abatible y sí, te metes por todas partes, pero ceñir, ceñir....pues regular. Me encanta meterme por calas y bajos, pero una quilla es una quilla ;-)

    Me encantaría probar un tonic antes de comprar, a ver si puedo.

    Cómo lo veis vosotros: orza abatible/lastrada o quillado?? he leído que en el Tonic hay mucha diferencia, no sé, no sé...

    un saludo y felicidades
    (ahora qué leeremos por las noches?? era una "serie" genial!!

    Fernando, el que casi veis en Blanes

    ResponderEliminar
  3. Hola Fernando, ojalá consigas el atraque y el Tonic. Mi trayectoria velera fué como la tuya: empecé con uno de vela ligera, luego un Condor 20 y al final el Tonic 23. El Condor 20 y el Somo 20 se hacían una sana competencia, eran parecidísimos. Respecto al Tonic 23, te recomiendo el de orza abatible, como el mío.Ya has visto que se puede hacer un buen recorrido con él, y tiene todas las ventajas que ya conoces de la orza abatible. Además como tiene un quillote, aunque subas la orza el centro de gravedad sube muy poco y casi ni se nota la diferencia.
    Alvaro.

    ResponderEliminar
  4. Bienvenidos y mil gracias por compartir vuestra preciosa experiencia con nosotros.

    Una pregunta. ¿Consideráis el Canal de Midi una buena opción para trasladar al Cantábrico un barco comprado en Barcelona o el Mediterráneo francés?

    Por cierto, yo también he tenido un Tonic (de orza fija) el 'Raitán', y estoy de acuerdo: el Tonic de Philipe Harlé es mucho barco. ¿Sabíais que en los ochenta y principios de los noventa fue el barco-escuala elegido por la escuela de La Glènans? Eso quiere decir algo.

    Muchas gracias de nuevo por todo.

    Juan Carlos

    ResponderEliminar
  5. Hola Juan Carlos. Por supuesto que el Canal de Midi es la ruta ideal para ese porte. Los navegantes del norte de Europa lo usan muchísimo. Falta que el barco a transportar no cale más de 1,50. Ya comentamos que las tasas fueron 50 € (para un barco de 6 metros) lo que incluye todo. Compara eso con dar la vuelta a la península o lo que costaría un porte por carretera. Y además son unas vacaciones fabulosas.
    Alvaro.

    ResponderEliminar
  6. Hola de nuevo, pues ENHORABUENA por conseguirlo. bienvenidos de nuevo, espero que no haya sido muy traumático el re-enganche con el mundo, jejejeje.
    Saludos.
    Soraya y Jordi

    ResponderEliminar
  7. Felicidades desde Tarifa.
    Altaher e Ibon

    ResponderEliminar
  8. Yo tengo un Tonic 23 de orza abatible y la perdí sin darme cuenta. Un día ya no estaba. Ahora no se como recomponer. Estoy pensando en poner una extensión fija vertical y darle exposición a toda la quilla para sellar la. No sé si es una barbaridad.

    ResponderEliminar
  9. Yo tengo un Tonic 23 de orza abatible y la perdí sin darme cuenta. Un día ya no estaba. Ahora no se como recomponer. Estoy pensando en poner una extensión fija vertical y darle exposición a toda la quilla para sellar la. No sé si es una barbaridad.

    ResponderEliminar
  10. Yo tengo un Tonic 23 de orza abatible y la perdí sin darme cuenta. Un día ya no estaba. Ahora no se como recomponer. Estoy pensando en poner una extensión fija vertical y darle exposy a toda la quilla para sellar la. No sé si es una barbaridad.

    ResponderEliminar
  11. Hola Javier. ¡Que situación más rara!. Porque aunque falle el bulón sobre el que gira la orza lo normal es que hubiera quedado colgada por el cabo que sirve para izarla y bajarla. En cualquier caso puedo decirte que hace dos años yo escribí al satillero Jeaneau preguntando por los puntales para varar el Tonic, me entendieron mal y me mandaron información sobre la orza. Entonces todavía tenían orzas nuevas en existencias y todos sus herrajes, creo recordar que costaba unos 400 euros. Yo intentaría conseguir una nueva e instalarla en su sitio. Así el barco seguirá teneiendo la ventaja de la orza abatible.

    También puedo decirte que yo a veces me olvido la orza subida y salgo a navegar, y que casi no aprecio la diferencia.
    La estabilidad se debe al peso del quillote más que al de la orza. La orza sirve casi sólo como plano antideriva y es lo que te comento que no se nota mucho, porque el quillote también hace esa función. Si las navegaciones que haces son tranquilas, otra posibilidad es dejarlo sin orza.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  12. Si se perdió la orza navegando..supongo que cedió todo el mecanismo y el cabo incluido. Voy a intentar conseguir una orza que viene montada sobre un casete para instalar. En piezas sueltas es imposible por la estrechez de la ranura. Otra solución es ponerla fija y por eso planteaba la posibilidad de sellar la quilla y orza nueva fija con época y evitar la corrosión. El problema sin orza es que en rumbos de ceñida el barco deriva mucho y te apartas del destino ya que el barco se desplaza mucho lateralmente al no encontrar la vía de resistencia que ofrecía la orza. Gracias por tus consejos.

    ResponderEliminar
  13. Si puedo poner una orza fija de unos 40 cm de calado en la hendidura de la quilla y luego plastificarlo con epoxy el problema quedaría resuelto. En contra el calado aumentaría algo pero al navegar en el Mediterráneo no le veo mucho problema.

    ResponderEliminar

Los comentarios son bienvenidos. Lo más cómodo es poner tu nombre al final del texto y luego elegir como identidad "anónimo".