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sábado, 9 de septiembre de 2017

¿Han perdido ustedes la noción del dinero?.

Eso pregunta un lector de la revista "Volies et Voiliers" a los editores de la revista, que es la revista náutica de mayor tirada en Francia. Y lo hace en una carta a propósito del precio descomunal de los veleros que están presentando en los últimos números. Concretamente en el número de julio de 2017 el ICE 52 RS (monocasco de 15 metros de eslora) por 791.000 €, o el Bañuls 60 (catamarán de 18 metros de eslora) por entre 3 y 3,6 millones de euros (sí, y sin incluir las velas). Argumenta lo lejos de la realidad que están situando el deporte de la vela, y se lamenta de la comparación con los barcos que sometían a examen hace años,  unidades pequeñas con las que los marinos hacían travesías más largas que las que hacen ahora los propietarios de esos palacios flotantes.


 No puedo estar más de acuerdo con ese recalcitrante lector. Hoy en día los barcos del segmento que ronda los 7-8 metros pueden encontrarse de segunda mano por entre 6 y 10.000 €, y os garantizo que están en estado de aguantar muchos años y dar a sus propietarios muchas satisfacciones. Pueden hacer viajes sorprendentes y hacerte revivir las aventuras e incertidumbres que antaño se asociaban a los viajes en velero. Y según en qué zonas del pais, con unos gastos de mantenimiento y amarre similares a los de una plaza de garaje para el coche.



Los editores se han defendido diciendo que es lo que sale al mercado y que tienen que informar de las novedades. Pero esos barcos de muchos ceros en el talonario sólo pueden dirigirse a un sector de poder adquisitivo ajeno a la realidad, uno o dos millonarios en el mundo cada año (o en toda la historia del astillero). En mi opinión, darles cancha en las revistas de náutica sólo conduce a mantener el tópico de la vela como un deporte "de lujo" o elitista, y creo que terminará perjudicando a la afición y a la misma revista, cuando nos hartemos de leer tanta pretenciosidad, no sólo inaccesible sino insultante, y dejemos de comprarla.

A ver si rectifican.

2 comentarios:

  1. Firmo cada una de tus palabras. No podria estar mas de acuerdo, vengo del mundo de la montaña y del surf y pasa lo mismo, la distancia que hay entre lo que se muestra en las revistas y el aficionado en general es una locura. No se en que piensan los editores de esas revistas, luego cuando tienen que cerrar se echan las culpas a internet y ya esta. Por supuesto que me gusta ver las aventuras de Alex Pella o un megayate de vez en cuando pero lo que realmente me motiva y es inspirador es ver una foto o leer una historia y decir " eh , yo podria ser ese! " o " yo podria tener ese velero ". Por eso me gusta tanto este blog. Saludos.

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  2. Gracias Tyler, ya sé que pasa en muchos deportes. Lo que vende es la élite y lo que sorprende, pero en esas revistas especializadas deberían cuidar más lo que interesa al aficionado promedio. No creo que ni uno solo de sus lectores se plantee ni por lo más remoto comprarse ese catamarán. ¿Qué pinta entonces en la revista?. A cambio, las historias de navegantes modestos en unidades pequeñas, que antes hacían la gloria de los lectores y despertaban vocaciones marineras, ya no venden. Una pena. A esperar tiempos mejores.

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